El día 2 de enero Javi Ferreres observa que los dos colimbos que desde unos días antes de Santo Tomás están sedimentados en la bahía donostiarra han entrado a puerto y uno de ellos no bucea porque tiene un anzuelo y pita en el pico y alrededor del cuello. Avisa a Arrano Etxea pero del centro de recuperación le contestan que no tienen medios para capturarlo y que se limitarán a avisar a los guardas de la Excma. Diputación Foral de Gipuzkoa. Por la tarde se juntan en el puerto Jonas, Javi, Xabier y su amigo David, con un perro de refuerzo. Se empieza a gestar el Comando Colimbo, para esas alturas ya tenían movilizada una embarcación, un salabardo y una caja de cartón. Aunque no observan al ave con el sedal, únicamente a su joven compañero solitario por lo que piensan que ha sido capturado para su recuperación. Bendita ilusión. La molestia se ve recompensada para los rescatadores con una observación de gaviota cana y otra de Delaware.
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Colimbo grande en el puerto de Donosti. Autor Xabier Saralegi. |
El día 3 de enero comienza a gestarse la tragedia, a primera hora de la mañana Xabier ha detectado en el puerto al colimbo enredado en el sedal, llama a Javi y éste a Jonas movilizando el comando de nuevo. Solicitan un salabardo grande en el Aquarium que solícitos y francamente preocupados prestan el mejor que tienen. Debemos agradecer al Aquarium la atención prestada una vez más (y sirva esto a la memoria del Sr. Zaragueta recientemente fallecido que fue presidente de la Sociedad Oceanográfica cuando varios de los actuales socios de Itsas Enara éramos jóvenes y nos ofrecieron su cobertura para que realizáramos trabajos de seguimiento de aves marinas).
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Colimbo grande en el puerto de Donosti. Autor Xabier Saralegi. |
Jonas revive su alma depredadora que todavía palpita en su interior. Los dos colimbos grandes (el del sedal es considerablemente mayor que su compañero) bucean juntos en la rampa del Aquarium tras los cardúmenes de pececillos allí congregados. Jonas, pegado a la roca y con el salabardo tendido no menea ningún músculo aunque tiene todos en tensión. El colimbo enredado en el sedal se zambulle y bucea confiado junto a esa figura estática que realiza un rápido movimiento y lo atrapa con el salabardo.
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Colimbo grande en el puerto de Donosti. Autor Xabier Saralegi. |
La alegría es mayúscula en el Comando Colimbo. Jonas y Xabier lo inmovilizan para que en el forcejeo no se dañe el plumaje y Javi le desenreda y quita el sedal. Se trata de un aparejo de fondo de varias punteras. Palpa el cuello para buscar anzuelos clavados y el pico para buscar anzuelos tragados, pero por suerte el colimbo no tiene ninguno. Lo van a devolver a su medio natural cuando Javi se percata que de su muslo cuelga un sedal más. En el momento que palpa el muslo toca el dañino acero de un anzuelo clavado en las carnes del ave. Y en ese momento deciden subirlo al Arrano Etxea. De nuevo aquí agradecer en concreto a la técnico que trabaja con los tiburones en el Aquarium de San Sebastián.
Camino del coche empieza una concatenación de desgracias. Jonas resbala y cae por unas escaleras, se le sale el hombro, se queda atrás como en las buenas películas mientras que anima a sus compañeros de misión a seguir adelante sin mirar atrás. Posteriormente será trasladado al Hospital de Gipuzkoa en donde volverán a meterle el brazo, sin sedación, entre media docena de enfermeras y un enfermero forzudo.
En Arrano Etxea, Albisu parte el anzuelo y retira el sedal prendido en el muslo, devolviendo el colimbo al equipo para su inmediata suelta. Como luego se verá Javi y Xabier intuyen que el anzuelo no ha sido completamente extraído, pero desde el centro de recuperación no le dan mayor importancia. Liberan al colimbo en el lugar de la captura y presuroso sale el colimbo pequeño a darle una afectuosa bienvenida (es real como lo contamos, acude a saludarlo, ambos emiten unos sonidos guturales muy bonitos).
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Colimbo grande en el puerto de Donosti. Autor Xabier Saralegi. |
Por la tarde nos acercamos al puerto para comprobar la salud del colimbo y nos llevamos un susto. El colimbo tiene un bulto enorme tremendo, algo que no puede tragar, nada con dificultad, hace gestos con el cuello y cierra continuamente los ojos. Se puede observar el momento en este
angustioso vídeo de Alfredo Valiente.
Al día siguiente (4 de enero) por la mañana, Jonas brazo en cabestrillo, nuestro Blas de Lezo, de vuelta del ambulatorio se asoma al puerto y ve al colimbo muerto. Avisa a Javi, éste a Héctor y ambos trasladan al ave a la clínica veterinaria de la también socia de Itsas Enara, Carmen. Carmen siempre solícita, al final de su jornada laboral procede a realizar una autopsia del ave. Primero una radiografía de tórax en la que se descarta la rotura de ningún hueso pero si la presencia del trozo de anzuelo prendido en el muslo y que en Arrano Etxea no retiraron completamente. De todas formas informa que no hay infección y que seguramente si el ave hubiera sobrevivido se habría enquistado no produciendo mayores molestias.
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Radiografía del colimbo. Autora Carmen González |
En la radiografía de cuello y cabeza se llevan una enorme sorpresa, el ave tiene un pez atascado en el esófago. En la exploración previa ya se había determinado la presencia de un objeto grueso y punzante, posible cangrejo o trozo de plástico con aristas. Se observa cómo incluso alguna espina atraviesa el esófago.
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Radiografía del colimbo. Autora Carmen González |
Se procede a abrir el cuello del ave para extraer el pez. Antes de abrir el esófago se ve como entre el objeto y la vértebra, la tráquea que está completamente ocluida, posible ahogamiento del ave, se encuentra pellizcada. Al abrir se observa que es un cabracho, de 18-19 cm de longitud, la cabeza está ligeramente girada hacia la parte exterior del cuello dificultando el paso por el esófago. Las espinas de la cabeza han provocado erosiones en la pared del mismo ocasionando pequeñas hemorragias y encontrándose sangre en el esófago del ave. De todas formas Carmen indica que estas heridas no revestirían gravedad.
El pez tiene un fuerte hematoma en su branquia izquierda con explosión interna del globo ocular producido por aplastamiento de la musculatura esofágica del ave. El resto del esófago está libre y vacío.
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Autopsia del colimbo. Autora Carmen González |
El ave ha muerto por asfixia, y posiblemente el veneno del cabracho ha ayudado a aligerarle el camino. Sorprendentemente para un ave que se alimenta de peces y cangrejos y que incluso días atrás se le vio capturar y engullir otra crabarroca -de menor tamaño-. Se especula con la posibilidad de que el cabracho estuviera desde antes de su captura por el Comando, y que el sedal hubiera impedido que fuera tragado. Pero Javi había realizado una buena exploración táctil del cuello del colimbo buscando anzuelos y no se percató de nada anómalo. Mientras que en el momento de recogerlo muerto resultaba evidente. A pesar de todo se revisaron todas y cada una de las fotos obtenidas antes de su captura, en los días previos, y el colimbo evidentemente no mostraba ningún engrosamiento anómalo.
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Colimbos en el puerto de Donosti, uno ha capturado un cabracho. Autor Juan Arizaga. |
Día 5 de enero, el colimbo menor tiene un nuevo compañero. Seguramente se trata de un grupo familiar, formado por uno o dos adultos y el pollo del año que han migrado juntos para invernar en el Cantábrico proveniente de sus lugares de cría que los más próximos se encuentran en Islandia y el resto en el norte del continente americano.
Jonas, "nuestro Blas de Lezo", ¡que bueno!
ErantzunEzabatu¿Qué no le llamaremos si pierde una pierna o una oreja? ;-)
ErantzunEzabatuPor experiencias anteriores, siempre que se clave un azuelo, a no ser que sea imposible o infructuosa la maniobra, siempre hay que empujar el anzuelo en sentido en el que sea ha clavado hasta que abra camino y salga al exterior, cortar el sedal y que galga todo el anzuelo en toda su longitud por el agujero abierto. Nunca tirar a la contra porque el desgarro y las heridas serían mucho mayores.
ErantzunEzabatuSangar evidentemente sangrará, pero cuanto antes liberemos al bicho de su sufrimiento y lo dejemos en libertad sin manosearlo en exceso mucho mayor...
La verdad, Jon, es que eso mismo es lo que pensé yo, y lo que también pensó Javi. Pero la maniobra la ejecuta Albisu en su centro de recuperación afirmando mientras que lo hace que tiene gran experiencia en este tipo de cosas con alcatraces y cormoranes. Y añade además, aquí lo tenéis y soltarlo donde lo cogisteis. De todas formas, como se vio en la radiografía y en la autopsia, no había infección y nuestros veterinarios dijeron que seguramente si el ave hubiera sobrevivido habría acabado enquistando
EzabatuJon, mejor opción todavía es cortar con unos alicates la "muerte" del anzuelo, de forma que sacamos el resto del anzuelo por donde ha entrado sin desgarros ni más lesiones que las que provocó al clavarse.
ErantzunEzabatuLástima por el desenlace, pero agradecido por la voluntad que pusisteis todos. Un saludo