Además de cazador, el sujeto es colombófilo
Itsas Enara Ornitologia Elkartea ha presentado una denuncia penal por estos hechos
El pasado día 20 de mayo, por la tarde, una patrulla de la Guardia Municipal de Donostia de ronda en las inmediaciones de Atotxa Erreka (Donostia) oyó varios disparos de escopeta procedentes de una villa situada en la calle Patxikuene nº 4, y vieron como del cielo caía abatida un ave. Dos transeúntes fueron asimismo testigos, y señalaron que el ave era una rapaz que había atacado a un bando de palomas del palomar que tienen en la referida villa.
Los agentes municipales recogieron el ave, que resultó ser un halcón peregrino adulto, hembra por más señas, identificaron al autor de los disparos, que se hallaba en el jardín cercado particular de la villa, y le encontraron nada menos que TRES escopetas, negando el individuo haber sido el autor de la muerte del halcón y de los disparos. “Habrá sido esa cuadrilla de chavales que anda por ahí, intentó calumniar el cazador, visiblemente nervioso. Tras ello, se refugió en la vivienda impidiendo el paso a los agentes amparándose en la inviolabilidad del domicilio. No llegó a explicar la presencia de las escopetas en el jardín en época de veda.
Los municipales identificaron igualmente a los testigos, quienes se ofrecieron a colaborar. La Guardia Municipal abrió las correspondientes diligencias y ha informado de los hechos a la Diputación Foral, quien ha anunciado su intención de proceder penalmente contra el elemento, pues existen suficientes pruebas para ello y la gravedad de los hechos los hacen encuadrarse de plenamente en las previsiones del código penal.
Itsas Enara ha presentado igualmente una denuncia penal ante la Fiscalía. Se observa que además de cazar en época prohibida, cazar en zona de seguridad, cazar especies protegidas… etc., también cabe imputársele haber disparado en una zona residencial, a escasos metros de una calle. Lamentablemente no se le hizo la prueba de alcoholemia en el momento, ni se comprobó si portaba consigo toda la documentación obligatoria (documentación de las armas, permisos de armas, licencia de caza –es de cajón que no la tiene– y seguro obligatorio en vigor), pero aún puede y debe aclararse documentalmente si a esa fecha cumplía los requisitos reglamentarios en cuanto a la misma.
El cuerpo del halcón se conserva congelado en Arrano Etxea. Es muy probable que esta hembra fuera una de las que se reproduce en Beterri, quizás en la cercana y ahora abandonada cantera de Cementos Rezola –estamos intentando aclarar este extremo–, en cuyo caso probablemente se le pueda imputar la muerte de toda la pollada e incrementar la indemnización a que haya lugar, que difícilmente debería bajar de 200.000 euros.